Cuando se aplica el criterio de Kelly, las consecuencias por sobreestimar tu ventaja son serias, y como hemos mencionado antes, en deportes la probabilidad de un resultado no es precisa. Esta es la razón por la que la mayor parte de los apostadores optan por la prudencia y usan una estrategia más cauta: la fracción de Kelly.
Esto significa que en lugar de apostar el porcentaje sugerido, normalmente se utiliza una fracción de este. Por lo general es la mitad (“medio-Kelly”), pero puede ser cualquier fracción de este.
Esta es una manera sensata de manejar las inevitables malas rachas a las que nos enfrentaremos, incluso teniendo apuestas favorables. Tu cuenta crecerá a largo plazo, si bien más despacio, pero por lo menos los riesgos de caer en números rojos se reducen.
Progresar y tener tus cuentas bajo control no será como ascender una suave cuesta, y algunas veces te verás frenado por algunos obstáculos (rachas perdedoras). Pero si usas la apuesta de “medio-Kelly”, la inestabilidad se reduce enormemente y se recuperan al menos 3/4 del rendimiento compuesto. Para algunos jugadores, es un precio que vale la pena pagar.
Se puede observar que un apostador que sigue el criterio de Kelly tiene un 50% de posibilidades de reducir su dinero a la mitad antes que doblarlo y una probabilidad de 1/n de reducir sus fondos a 1/n en el futuro. Por el contrario, un apostador que se rige por la mitad de Kelly solo tiene una probabilidad de 1/9 de reducir a la mitad sus fondos en lugar de doblarlos.