A veces se piensa que las cuotas que ofrece una casa de apuestas son un reflejo de quién piensan que va a ganar un evento en particular, y que de hecho, las casas de apuestas tienen un ganador favorito en cualquier competición. Sin embargo esto es solo verdad a medias.
Es posible que las casas de apuesta tenga un favorito para cada competición, pero eso no es el fruto de favorecer una de las partes cuando se planean. Lo último que hace una casa de apuestas es tomar riesgos.
Cuando se planean las cuotas para un evento en particular, las casas de apuestas intentan elaborar cuotas que piensan que pueden atraer a ambas partes del mercado. En definitiva, se equilibra el pasivo de la casa de apuestas ante los posibles resultados.
Pero, si esto se repite de forma idéntica para cada resultado, ¿cómo consiguen las casas de apuestas beneficios para sí mismas? La respuesta, como no podía ser de otra manera, son las comisiones.
Las casas de apuestas se quedan con este pedazo del valor total de las cuotas ofrecidas, obteniendo un beneficio o comisión una vez han equilibrado el pasivo en cada lado de las cuotas.
En otras palabras, la comisión es el porcentaje de dinero que se toma de los apostadores por parte de la casa de apuestas para equilibrar su pasivo a la perfección. Por supuesto, no es común que la casa de apuestas consiga equilibrar a la perfección el pasivo para ambas partes de cada evento, así que a base de ofrecer centenares de mercados al día en un amplio abanico de eventos deportivos, pueden estar seguros de que su pasivo global estará nivelado y obtener la parte que les corresponde del dinero apostado.