Como la muerte y la declaración de hacienda, las rachas de pérdidas en las apuestas son una parte inevitable de la vida de los jugadores, y a veces, pueden causar un sinfín de frustraciones y desafiar las leyes de la lógica. Aquí te mostramos algunas maneras de salir adelante y limitar el daño de aquellos momentos en los que la ley de Murphy se hace más patente.
Cómo llevar las pérdidas
Tómate un respiro
El apostador profesional John Basquill, que ha disfrutado de una década increíblemente exitosa en la que apostaba para vivir, identificó con buen juicio que los quince minutos posteriores a una apuesta mal analizada o un momento de mala suerte son el momento más peligroso para los apostadores. En estos momentos corren el riesgo de “calentarse”, perder la razón y tirar todos sus progresos a la basura por intentar recuperar sus pérdidas.
Obviamente, esta reacción ante la mala suerte no se rige por la lógica, pero es humano y a todos la hemos experimentado cuando lo más inesperado ocurre. La canasta sobre la bocina o el gol en el último segundo puede trastocar a cualquiera, sin importar lo disciplinados que creamos ser con nuestras apuestas.
La mejor idea es no ponerse plazos con las apuestas. No te pongas objetivos diarios o cantidades a alcanzar en un determinado periodo de tiempo. Es mejor analizar el balance de pérdidas y ganancias a final de mes, sin apuestas pendientes, con calma y frialdad, lejos del fragor de la batalla. Solamente de esta manera podemos ver cuales fueron las malas decisiones y cambiar nuestro discurso en función de ello, sin que la rabia nos nuble la vista cuando las cosas vayan mal.
Cambia de estrategia
Uno de los apostadores profesionales más temidos en el Reino Unido desde los años 90, Patrick Veitch, desarrolla constantemente estrategias en la batalla por estar siempre a la vanguardia de las apuestas. Los apostadores nunca han tenido un abanico de oportunidades y elecciones tan grande anteriormente, pero también hay que decir que llegar a la cima nunca había sido tan difícil para aquellos con algo de olfato para el valor.
En la actualidad, siguiendo con esta mentalidad, Veitch separa los caballos de menor precio cada día, y tras una profunda y detallada búsqueda de información sobre las carreras en que participan, elige un precio por el que apostaría sin problema. Estas decisiones ahora forman parte de una amplia operación basada en el intercambio, algo totalmente diferente a la manera en la que operaba solo hace cinco o seis años.
Los peligros de no evolucionar cuando las cosas empiezan a ir mal se pueden ilustrar a través de la experiencia de muchos apostadores que fracasaron, en algunos casos después de haber ganado bastante dinero en las apuestas durante años. Este es el ejemplo de Johnny “Lights” Hendall, quien tras haber sido un exitoso ganador en las carreras del sur de Inglaterra durante los 80 y los 90, debido a sus contactos y su excelente capacidad de analizar el valor, vio cómo la aparición de las apuestas cruzadas hizo que los secretos que sólo él y unos pocos conocían empezaran a correr como la pólvora, haciéndole perder su ventaja sobre sus rivales.
Antes de la aparición de Betfair, Johnny Hendall poseía información privilegiada que le permitía encontrar buenos caballos que eran prácticamente desconocidos para las casas de apuestas. Sin embargo, con la aparición de las apuestas cruzadas, un caballo por el que normalmente podría haber apostado con una cuota de 4.00 o mayor pasaba a 2.50 o menos, y su excepcional margen de beneficios se evaporaba en un abrir y cerrar de ojos.
Reduce la cantidad apostada y minimiza las pérdidas
El mejor consejo que podemos darte cuando las cosas se ponen cuesta arriba después de una racha de pérdidas es reducir tu inversión en cada apuesta hasta que recuperes tu confianza. Si tu inversión habitual es de 100, redúcela a 25. Lo que ocurre con frecuencia es que cuando perdemos aumentamos nuestra inversión para intentar recuperarnos de las derrotas, y este es el momento en el que todo el trabajo duro de meses o incluso años puede irse al traste.
Como explica el apostador profesional de carreras Steve Noyce, “Es mucho mejor ir paso a paso y convertirse en un corredor de maratón antes que quemarnos en una carrera de velocidad”. Identificar la inversión correcta para apostar es una de las partes más difíciles del trabajo de los jugadores, y siempre es más sencillo arriesgar más cuando las cosas van bien que cuando lo hacemos para tratar de salir del pozo.
Juega con más cuidado y trata de recuperar tu confianza
Menos apuestas, un análisis más cuidadoso y apostar únicamente cuando estamos completamente seguros de nuestra ventaja. Evita cualquier apuesta en la que no poseas una amplia visión y conocimientos sobre el enfrentamiento, como pueden ser las apuestas en directo.
Podemos observar el caso de un jugador especializado en las apuestas de fútbol, que vive de ello y que basa sus apuestas en complejos algoritmos que sigue al dedillo, y que al sufrir un revés a causa de un gol en el último minuto o un error en su análisis, decide repararlo apostando en un mercado que no conoce demasiado bien, como las apuestas de caballos.
A pesar de pasar ya los cuarenta, este apostador reconoce que esta forma de actuar le produce frecuentes pérdidas en sus ingresos anuales y que aunque sabe que es una auténtica locura comportarse de este modo, no puede evitarlo. No obstante, admitir tus errores y puntos débiles es un excelente primer paso para solventarlos, aunque conseguir superarlo ya es otra historia.